Esta Historia esta basada en hechos reales
Cuenta una Maestra que cierto día cito a todos los padres de sus alumnos para tener una reunión familiar.
Ella comenzó a explicar la importancia que hay de pasar tiempo con los hijos. Expuso tan bien el tema, que un padre fue profundamente tocado, él le contó a la profesora que por su trabajo no podía pasar tanto tiempo con su hijo. Que salía cada día muy temprano y su hijo estaba durmiendo, y que el regreso a su casa era al igual tarde, Porque tenia que trabajar duro para sostener su hogar.
Aquel padre había hecho un trato con su hijo que cada noche cuando él regresara y su hijo estuviera durmiendo, entraría en su cuarto y lo besaría y como señal de eso, haría un nudo en la punta de la sabana, y que a la mañana siguiente cuando él se despertara y viera el nudo, supiera que su padre había estado ahí.
El padre le expreso a la profesora que busco ese mecanismo tan solo para que su hijo nunca se olvidara del gran amor que él le tenía. Solo que las circunstancias hacían que pasaran poco tiempo junto.
Cuando la profesora le pregunto el nombre de su hijo, ¿Cuál fue la sorpresa?. Que aquel niño era el mejor alumno de su clase.
El resultado del nudo era evidente, lo que aquel padre con tanto amor se propuso en su corazón, logro marcar la vida de su hijo haciendo de el un niño seguro y amado.
Nosotros como padres también podemos marcar la vida de nuestros hijos, Dios nos dará las estrategias para que nuestros hijos se sientan amados y seguros de si mismo.
Al igual que este padre con su hijo, Jesús hace con nosotros, cada día cuando nos despertamos vemos nuestra cama llena de nudos de su amor, que nos dicen que el estuvo ahí besándonos, cuidándonos, cubriéndonos con su, gracia y su misericordia. Y eso nos hará ser los mejores hijos de nuestro padre celestial
José Cubillos
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